miércoles, 15 de abril de 2009

Fugaz!

Desde aquí, súbitamente apareces; la recurrencia de esta sensación que me persigue imaginandote, rodeado de bellas cosas...supongo que existes. Te ensamblo de esos ojos, ese cuerpo, ese rostro, esa sonrisa, con esa confianza, esa voz distante que me hizo pensar en tu palabras, ésas que se han condensado a través del tiempo desde tantas voces. Cosas Bellas para ti...y si no existes?, y si alguna vez exististe? o si no te conozco?, tú sabes, pues sólo tu sabes que es a ti a quien yo le hablo, por quien sueño, a quien veo o imagino cuando necesito, eres tú a quien busco sin hacerlo. Siempre te he tenido, porque puedo suponer que eres ésta, la que se forma frente a mi cuando escucho esta canción, y que sonríe dulcemente contagiandome de calidez y que se alineara en lo efímero de mis recuerdos, el alimento de futuras percepciones de ti. Qué si te idealizo?, que si te inventé? Desde luego.


Pero para mi, así son las cosas, resplandecientes, estridentes y sonoras como tú.


Tomo un café mientras te veo, te imagino y te pienso al mismo tiempo. Recuerdo y visualizo instantes próximos o imagenes pasadas que se mezclan aquí, en el preciso momento que levanto la taza para ocultar mi mirada sonámbula y escudriñante; doy un trago y supongo tu olor suave al recorrerte entre lo imaginario y la memoria. Quizá seas, en realidad, todo esto que no entiendo, esta constante ventana de alquimia que somete todo, el tiempo, las ideas y sentidos.

Fugaz instante sin vértices que desaparecerá por un tiempo y regresará intermitente para abstraerme en la idea de lo que perdí, pierdo o perderé, en si eres, fuiste o serás. No hay escape por ahora, la distancia es tan relativa siempre que se trata de ti.

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