Mi sensación al respecto. Después de seguir tantas trayectorias, y encontrarme en un semáforo frente a imagenes pasadas plagadas de primeras veces y nostalgias post frenesí, me dejan desde esos días con resaca; mi ánimo se alimentó de desazón e interrogantes. Ahora el lugar es diferente, pues donde antes había baile, solo quedan los estáticos personajes pictóricos y enmarcados en las paredes, donde antes todo me resultaba probable, ya no cabe esperanza. El Virreyes cerró sus puertas con todo los recuerdos adentro, se han quedado olvidados en un rincón, el mismo que llenaras de imagenes nuevas sobre poniendo una vida a la otra.
Yo, me quisiera despedir de este recuerdo, soltarlo al vacío y no evocarlo más. Pero al ver esas ventanas, esas puertas, me quedo en esencia, pues yo resguardo lo que amo, y lo que amo son esos días nuevos y frescos de todo, libres de complejidad y llenos de alegría compartida...el pasado que se desprende como una cascara, una piel nueva. Yo no puedo mudarme esa piel.
Adiós Virreyes, escenario de mis fantasías sonámbulas de una época anterior a ti. Habrán muchos lugares plagados de "NUEVAS" historias, pero no mejores que ésa, no más honestas, que al llegar a casa consumian la necesidad de llenar de imanes y letras los espacios vacíos, dónde aveces se aclaraban un poco mis incertidumbres, mis negaciones y mis miedos...
La música es mi hilo conductor y eso sobrevivirá pues en todas partes que exista aire, una brisa, un sonido, habrá fracciones de tiempo que se dilatarán en movimiento, mi sustento, espacios sonoros y contrastes lumínicos... fragmentos de imagénes sin fotos. El único espacio del que no tengo fotos, pues así debe ser todo lo que empieza, mistico, entrañable y con la distancia que da el tiempo cuando los recuerdos empiezan a olvidarse.
viernes, 1 de mayo de 2009
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