viernes, 5 de octubre de 2012
Parcialidades.
De las parcialidades restantes, como un casi amorfo ser que deambula intermitentemente, camino. Dentro de toda esta estridencia los pensamientos logran tomar una forma... pese al miedo y la opresión que permanecen, como aceptando que ya no se puede retar más al destino,el mismo que se ha deformado, aplacado, acelerado, mutilado... y sólo me queda este cansancio de guerra.
La mirada se vuelve turbia y los pensamientos claros. mi rostro ya no me sonríe, aunque los ojos me contemplan, como si me tocaran desde un lugar distante. Los nudos del llanto se almacenan, pese a resultar inevitable una fuga, pequeña pero condensada y espesa. Esto se suma la sensación de un olvido... como un llano en llamas donde las rocas se resecan y que nadie observa.
Bajo esta escasa humedad restante, sé que hay un remanente del pasado. En las sombras fugaces y el crujir de mis hueso-hojas el sonido de sus voces, risas y los brillos de ojos y dentaduras hilarantes, inyectadas de vida, me contemplan los rostros en silencio. Me acompañan todos todo el tiempo.
Las manos y sus marcas, que recorren en recuerdos la felicidad de los días sencillos me mantienen a salvo del tiempo que con su indiferencia desgasta la vida que rechina y solo se detiene cuando observo que me muevo aunque no lo vea, y veo a Dios aunque crea que quien no existe, soy yo... parcialmente.
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